Vivir con una persona que tiene un vínculo emocional con el alcohol, otras drogas, el juego o cualquier tipo de adicción suele ser una experiencia complicada, muchas veces, difícil y traumática. Los familiares sienten desesperación e impotencia, por el hecho de no saber qué hacer ante un comportamiento que, con el paso del tiempo, siempre empeora. Llevando en su inicio depresión, pasando por violencia y llegando en la mayoría de los casos a la muerte.
Esto nos lleva a un punto vital que como familiares o amigos debemos de hacer:
Establecer límites a la adicción. Si eres familiar de una persona que sufre adicción, esto te puede servir.
5 CONSEJOS PARA AYUDAR A UN ADICTO
- Sé consciente de que el adicto está enfermo: Necesita como en otras enfermedades tratamiento médico. Las palabras no tienen ningún peso, se las lleva el aire. Las advertencias y los reproches no funcionan. Pueden ser un desahogo momentáneo para ti, pero no dan resultado.
- Solicita ayuda: Ni la persona adicta ni tú, así como pareja o familia, pueden superar solos el problema. Es indispensable contar con atención profesional, con la experiencia de quienes saben qué pasos dar para ayudar al adicto con su recuperación.
- Ayúdale a dar el paso: Para empujarlo al tratamiento. La persona adicta está apegada al sufrimiento, pero suele oponerse a tomar medidas contundentes para acabar con su enfermedad, esto es porque el miedo y el autoengaño le superan. Lo habitual es que se oponga a hacer terapias, pero haciéndole saber que estás ahí, que lo vas apoyar es importante.
- Practica el ‘amor duro’, se firme: No le des opciones, ni le resuelvas los problemas. Tocar fondo, muchas veces es la única forma de que el adicto se decida a ingresar a centros de ayuda. Ante las adicciones hay que responder con determinación, una posición firme es en muchas ocasiones el detonante de la recuperación. Cortar con el apoyo económico es un ejemplo de ‘amor duro’, medida aparentemente severa pero que, en realidad, es parte de la solución.
- Confía en los profesionales: El ingreso a las instituciones para ayuda al adicto es la parte más difícil de lograr, pero se puede conseguir, digamos que medio camino está hecho. Una vez que el paciente ha ingresado en la clínica, confía en las buenas prácticas de los profesionales y déjate llevar. A veces el amor así como el cariño especial que sentimos por esa persona nos nubla un poco la visión, y la ayuda se convierte en compasión mal manejada.