Las drogas y la nueva realidad

Las drogas y la nueva realidad

Las drogas y la nueva realidad 709 709 MX Sin Fentanilo

En nuestros días, después de lo que estamos viviendo y experimentando con el confinamiento por el COVID-19, el comportamiento humano ha sufrido una transformación: han surgido nuevas formas de ser solidarios, de cuidar de la propia salud, acceder a la atención sanitaria, y desarrollar las actividades profesionales desde el enfoque de home office. Ha cambiado, incluso, la forma de relacionarnos y conectarnos con los demás en el día a día.

Pero toda acción conlleva una reacción. Los cambios en nuestra cotidianidad tienen como consecuencia que estemos ante un mayor riesgo de sufrir cambios emocionales, así como trastornos mentales que podrían requerir de ayuda profesional.

Ya no somos lo que éramos antes. Un poco a la fuerza, hemos aprendido a lidiar con la incertidumbre, con una segunda fase de confinamiento. Y parte de estos cambios afectan directamente al cuidado y bienestar de la salud y la manera de relacionarnos con el entorno, tanto desde el punto de vista social como el laboral.

Desde el enfoque de los profesionales, hay 3 factores de suma importancia que, como efecto de este confinamiento de largo periodo, pueden llevar a muchas personas a buscar salidas falsas en las adicciones.

El primer factor son las relaciones sociales más restringidas para prevenir el contagio y la propagación del virus. Un estudio realizado por un grupo de expertos internacionales, de diversas ramas del comportamiento humano, afirma que las restricciones relativas al contacto físico, unidas al miedo de contagio, ha reducido en ciertos grupos sociales, la socialización a únicamente las personas más cercanas. A largo plazo, esto está produciendo un mayor impacto negativo en la salud, al facilitar la aparición de la soledad.

El segundo factor es la desinformación como principal enemigo para una vida saludable. Uno de los efectos colaterales en cuanto a la digitalización en el ámbito de la salud, es la proliferación de mensajes alarmistas y falsas afirmaciones, especialmente en redes sociales y en las apps de mensajería instantánea. El flujo constante de datos tergiversados sobre la epidemia de COVID-19 así lo ha demostrado. Ahora más que nunca, la población es conciente de que debe cuidar más de su salud y que para ello ha de informarse únicamente a través de fuentes oficiales, así lo ha estipulado la Secretaría de Salud desde el inicio de esta crisis pandémica.

Y el tercer factor, que quizás sea el más complicado y complejo de sobrellevar, es que existe un riesgo aumentado de sufrir trastornos mentales. Esta crísis pandémica ha sido un acontecimiento traumático a escala global. Los trastornos del ánimo y episodios de ansiedad han surgido de pronto en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores (los más vulnerables), y algunos expertos aseguran que, de alargarse más tiempo, esto podría llevar a condiciones más graves de salud como el estrés postraumático, la depresión, las conductas violentas o las adicciones. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud  (OMS), los transtornos mentales podrían multiplicarse por dos.

Pero, ¿cómo prevenir la aparición de problemas psicológicos? La alternativa principal es buscando ayuda con profesionales, reconociendo que hay un problema de ansiedad, desesperación, miedo, enojo, lo que llevará a un mejor manejo de la crisis. Necesitamos adaptarnos a esta incertidumbre, a que el control que creíamos tener antes de esta crisis, hoy ya no está. Necesitamos aprovechar la comunicación a través de la digitalización como pilar básico de cambio, así como cuidar de la salud física y el equilibrio emocional como motor del cambio colectivo, la colaboración entre personas para juntos superar los retos de esta nueva realidad.

Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC)

Sitio web: www.gob.mx/salud/conadic

Línea de la Vida: 01 800 911 2000

Instituto Mexiquense Contra las Adicciones

Línea de ayuda de adicciones, salud mental y violencia: 800 900 32 00